por Lierni Irizar*

Buscar puntos de luz es un intento de encontrar algunas claves que iluminen la comprensión y elaboración de la pandemia que vivimos, pero creo que es también un modo de buscar algunos puntos de esperanza en estos difíciles días. Saber que mucho se perderá pero que también podremos recuperar muchas cosas valiosas de nuestra vida.

La información sobre lo que ocurre nos desborda y se discute si las medidas tomadas han llegado tarde o no. No tengo criterio para valorar esa cuestión, pero considero que, al igual que ocurre con un diagnóstico grave de enfermedad o una pérdida importante, se necesita un tiempo, por corto que sea, para asumir y aceptar lo que ocurre. Es imposible subjetivar de un golpe lo que está ocurriendo. Los golpes se asimilan por etapas. Los cuerpos reaccionan a ellos.

En mi caso ha sido el estremecimiento. Según las medidas han ido reforzándose, ver la cola de la farmacia en un mañana gris, los cuerpos separados dos metros o más, sentir por un momento que vivía en una distopía en la que el otro era un peligro, me hizo estremecer. Esos estremecimientos continúan y pienso que está bien que así sea.

Nada me resultaría más aterrador que no poder estremecerme ante el horror. La esperanza es para mí entonces que podamos tomar nota de lo que está ocurriendo sin escapar, que los cuerpos reaccionen pero que eso no nos paralice. A algunos les falta el aire por momentos, otros tienen el estómago triste, a otros les duele la cabeza. He escuchado de todo estos días. Deseamos ver el mar que está cerca pero inaccesible, poder dar la mano, tocar. Son deseos de vida que como siempre se abren paso también en estos momentos de estremecimiento. El deseo, como bien sabe el psicoanálisis, es un punto de luz.

*Lierni Irizar es Psicoanalista miembro de la ELP y la AMP