por Liana Velado*

Comentario de las noticias:

LA INTELEGENCIA ARTIFICIAL YA ES TAN EFECTIVA COMO LOS MÉDICOS PARA DIAGNOSTICAR ENFERMEDADES

PERSONAS QUE TRATAN PERSONAS

Comentaré dos artículos, los dos en relación  al discurso imperante en la medicina, uno  recreando algunos de los  avances tecnológicos y el otro recogiendo algo de lo que no entra en ese discurso. El primero de los  dos artículos que comentaré se hace eco de los estudios que han aparecido en Lancet, prestigiosa revista inglesa de medicina,  sobre IA (inteligencia artificial) y su aplicación para hacer diagnósticos clínicos a partir de imágenes, con niveles de precisión similares a los de los profesionales sanitarios. El mismo estudio señala que es difícil e incierto comparar el rendimiento de los seres humanos y las máquinas y concluye que hay pocos estudios de alta calidad y sólo en estos si puede deducirse que la máquina detectaría enfermedades pero no con mayor precesión que los profesionales. Sin embargo esto ha generado gran entusiasmo y no sería nada extraño que progresen en su estudio y posteriormente vayan implementándose. Hay otros algoritmos terapéuticos, clínicos y también de ayuda al diagnóstico,  aunque no por imagen, que pueblan los manuales de medicina masivamente usados, por lo cual no sería una extrañeza pensar que el deep learning sea exitoso en el futuro. De momento ha generado gran entusiasmo en los grupos empresariales  y también en las instituciones sanitarias que sometidas a la presión de diferentes grupos mira y considera los costes, ya que no se paga igual a un especialista que ha dedicado 10 u 11 años a formarse que a un técnico  que maneja la máquina, ni tampoco cuesta igual la formación de ambos.

El segundo de estos  dos  artículos  lleva por título: Personas que tratan personas,  y es una respuesta al primero,  una respuesta a la medicina tecnológica que va imponiéndose. El médico va poco a poco sustituyéndose en su función por máquinas cada vez más sofisticadas, que sustituyen no sólo al médico sino también al paciente. Un algoritmo tratando a otro algoritmo. El médico-máquina y el paciente-máquina, anulando toda subjetividad, convirtiendo a ambos en cifras. Pero algo falla y lo que se quiere tratar y eliminar vuelve, porque la enfermedad tiene un sujeto que hace singular esa enfermedad, su enfermedad, su dolor. Los algoritmos diagnósticos y terapéuticos son útiles y pueden ser una ayuda, son aproximativos pero no hablan del padecer del sujeto porque nada saben de él. El algoritmo excluye al sujeto y se pierde su aporte, lo que dice de su dolor, de su temor, de su vida, que si bien no sirve exactamente para aplicar a otro paciente enriquece al médico y su saber hacer con ese paciente y con otros. La esencia a no perder es la escucha del paciente que posibilitará la transferencia y en ese marco el diagnóstico será singular para cada uno, con las pruebas y técnicas que precise ese paciente en el momento que sea, pero para él. El diagnóstico para cada uno frente al algoritmo deshumanizador.

En el segundo artículo titulado Personas que tratan personas, Franciso Ruza hace una propuesta: “que  el examen MIR icluya preguntas sobre la humanización de la medicina”.

Y es que cuidar al paciente, escucharlo, acompañarlo en su sufrimiento no va de suyo hoy para la medicina, no está en el  “ideario común” ni en el “manual”.

*Liana Velado es Psicoanalista miembro de la ELP y la AMP. Médico de familia.