por Lierni Irizar*

Comentario del artículo: “La mejora genética humana en los tiempos del CRISPR/Cas9”

El artículo que aquí se comenta recoge algunas cuestiones fundamentales de un debate importante en la actualidad. Encontramos en él algunos argumentos esgrimidos a favor y en contra de la mejora genética humana, en un momento en el que una nueva tecnología, llamada CRISPR/Cas9, parece abrir una posibilidad real de modificación genética a medio plazo.

Tomaré para el comentario algunos elementos que considero importantes y que no se tienen en cuenta en este tipo de debates.

En primer lugar, conviene aclarar que para el psicoanálisis no se trata de una cuestión sobre la que posicionarse a favor o en contra. Al igual que ha ocurrido con otras tecnologías previas, sabemos que si es posible, se hará[1] y que el psicoanálisis podrá tratar y tomar nota de los síntomas que esa nueva situación genere. Como todas las modificaciones sociales y tecnocientíficas importantes, no se producirá sin cambios subjetivos y sin síntomas diversos.

En este caso, estamos ante una técnica que todavía está en fase de desarrollo y consolidación pero que como siempre ocurre, promete producir cambios radicales orientados, en este caso, a una supuesta “mejora humana”.

La tecnología CRISPR/Cas9 es una herramienta molecular utilizada para “editar” o “corregir” el genoma de cualquier célula, también las humanas. Sería algo así como unas tijeras moleculares que son capaces de cortar cualquier molécula de ADN haciéndolo además de una manera muy precisa y totalmente controlada.  Esa capacidad de cortar el ADN es lo que permite modificar su secuencia, eliminando o insertando nuevo ADN.

Es una tecnología que inaugura una nueva era de ingeniería genética en la que se puede editar, corregir y alterar el genoma de cualquier célula de una manera fácil, rápida, barata y precisa. Parece que en un futuro relativamente cercano, servirá para curar enfermedades cuya causa genética se conozca y que hasta ahora eran incurables. Es lo que se denomina “terapia génica”. Pero esta técnica también valdrá para modificar los genomas de embriones humanos con las consecuencias que esto puede suponer.

Hay un aspecto que considero claramente cuestionable en este artículo y en la perspectiva que lo orienta. Se trata del concepto “mejora humana” o “mejora de la especie humana”, que da por supuesta la existencia de un saber sobre lo que es mejor, no solo para un individuo, sino para toda la especie humana. El artículo recoge una definición de mejora humana basada en la definición de mejora biológica: “cualquier cambio en la biología o la psicología de una persona que incrementan las posibilidades de llevar a cabo una vida mejor.” Una definición insuficiente que nos lleva a la misma pregunta de partida: ¿qué es una vida mejor? ¿Para quién? ¿Es algo universalizable?

Desde la práctica psicoanalítica, que trabaja a partir de la singularidad subjetiva, sabemos que lo que podemos llamar el bien de un sujeto es algo a explorar caso a caso. Constatamos que en ocasiones hay síntomas que cumplen una función fundamental en la vida de alguien y que tocarlos, tratar de eliminarlos sin conocer su función, sin explorar otras posibles “soluciones” para el sujeto, puede ser temerario y llevarlo a un mal mayor. Resulta por tanto cuestionable que podamos defender la idea de un bien universal y en consecuencia, la idea de una mejora de la especie no deja de ser una fórmula llamativa pero hueca, vacía, sin contenido real. Lo que de momento sabemos es que se trata de una modificación genética.

En esta propuesta de mejora genética, subyace la creencia en que modificaciones en los genes permitirán cambios biológicos y psicológicos que mejoren la vida de las personas, lo cual implica una posición determinista y reduccionista. Es muy discutible que esto sea así necesariamente. El autor del artículo recoge la crítica de A. Buchanan a la confusión que supone pensar que la modificación genética diseña la personalidad y el destino de la persona modificada. Desde el psicoanálisis podemos afirmar que este enfoque deja de lado la consideración del humano como un ser complejo, un ser hablante cuya biología está atravesada por el lenguaje. No se trata de mera biología animal sino de un animal que habla, que necesita a los otros y al Otro del lenguaje para humanizarse y vivir. Más allá de la genética, hay muchos factores que intervienen en la humanización.

Podemos entonces pensar que ante una enfermedad genética es deseable su curación o tratamiento, pero la mejora genética apunta a otro tipo de modificaciones que buscan eliminar los límites humanos. Además, la historia nos enseña que modificaciones consideradas soluciones a determinados problemas o limitaciones, generan a su vez nuevos problemas o nuevas dificultades. La supuesta “mejora humana” puede no ser tal para muchos sujetos concretos.

Otra cuestión tratada en el artículo orienta la reflexión tomando como eje los principios que rigen la bioética, en concreto el principio de autonomía. Considera que los adultos que en el futuro decidan someterse libremente a este tipo de modificaciones, no son un problema. El problema sería su utilización en niños, embriones o gametos. Dado que en estos casos no es posible respetar la autonomía individual, el principio que regule las decisiones debería ser el de beneficencia. Considero interesante cuestionar qué tipo de autonomía puede tener un adulto cuando se enfrenta a una decisión de este tipo, con qué criterios podrá decidir. Y esto nos lleva a la pregunta por el modo en que tomamos decisiones. ¿Qué está en juego ahí? No me refiero solo a si cualquier ciudadano de a pie tendrá la información suficiente sobre los procedimientos a los que consentirá someterse. La pregunta incluye la toma en consideración de otros factores inconscientes que estarán en juego en este tipo de decisión. ¿Habrá lugares para elaborar decisiones que son irreversibles y transmisibles a futuras generaciones o serán una parte más del mercado, un producto más a consumir? Sin esa posibilidad de elaboración, se abandonará a los sujetos a una decisión en soledad. Más allá de los principios de la bioética, se necesitarían espacios de escucha y acompañamiento en la toma de este tipo de decisiones.

El debate y la necesaria reflexión no pasa entonces por posicionarse a favor o en contra. No se trata de tomar posiciones conservadoras defendiendo algún tipo de vida humana genuina, como plantean algunas posiciones conservadoras, que por otro lado resultan absurdas en una época que sabemos realizará lo que la tecnociencia pueda realizar. Tampoco conviene alinearse rápidamente con quienes consideran que la modificación genética será imprescindible para la supervivencia de la especie. Podemos reconocer ahí una versión de la tecnociencia como salvadora no solo de las vidas singulares sino de la especie misma. Ni conservadurismo, ni expectativas de salvación. La cuestión es cómo eso se llevará a cabo, con qué coste para los sujetos y con qué efectos en desigualdad ya que sabemos que no todas las personas tendrán el mismo acceso a dichas modificaciones genéticas y que se generarán nuevas formas de discriminación.

Finalmente, sabemos que la aplicación de estas técnicas no será sin consecuencias subjetivas y de goce. El artículo propone la necesidad de que los cambios sean responsables, conscientes y reflexivos pero sabemos también que en los humanos no todo pasa por la razón, que siempre están en juego aspectos que desconocemos. Pretender que todo podría ser controlable es una quimera más en un discurso que se aferra al significante “mejora” para defender una transformación que no tiene en cuenta que, como decía Freud, no somos ni siquiera dueños de nuestra propia casa y que desconocemos lo más propio e íntimo que nos habita. Corresponderá al psicoanálisis leer y atender lo que en estas futuras modificaciones genéticas quedará como saldo de esa supuesta “mejora”.

*Lierni Irizar es psicoanalista miembro de la ELP y la AMP

[1] De hecho, ya se ha realizado. Recomiendo un artículo muy interesante en el que se comenta el caso de las gemelas chinas editadas genéticamente. https://montoliu.naukas.com/2019/12/08/nuevos-datos-sobre-las-gemelas-chinas-editadas-geneticamente-confirman-que-el-experimento-fue-tan-irresponsable-como-parecia-desde-el-primer-dia/?fbclid=IwAR0smryhJsmYqNhUQuHQKSiACZ-o3xjRc_3NWI5htgMUP0Azs36C2GXZpeI