por Esther González*

Comentario del artículo

GOLDMAN SACHS SE PLANTEA SI CURAR A LOS ENFERMOS ES UN “MODELO DE NEGOCIO SOSTENIBLE”

https://www.elboletin.com/noticia/161786/sanidad/goldman-sachs-se-plantea-si-curar-a-los-enfermos-es-un-modelo-de-negocio-sostenible.html

El grupo de banca de inversión y valores Goldman Sachs, uno de los más grandes del mundo, ha desatado un debate dirigido a la industria farmacéutica sobre la rentabilidad de curar o no enfermedades.

Goldman Sachs menciona a Gilead Science, una empresa que comercializa tratamientos para la hepatitis C con una efectividad superior al 90 %. En 2015, las ventas del tratamiento alcanzaron los 12,5 mil millones y las previsiones de este año se sitúan solo en 4 mil millones.

“Curar a los pacientes en existencia también disminuye el número de portadores capaces de transmitir la enfermedad a nuevos pacientes; por lo tanto, el número de incidencias baja… Cuando la incidencia permanece estable (como con el cáncer), el potencial para una cura posee menos riesgo para la sustentabilidad de una franquicia”, explica con total frialdad el informe. (1)

La idea del científico puro cuya única finalidad es la búsqueda del conocimiento es tan romántica como trasnochada. Un científico es alguien que se dedica a la investigación de forma profesional, como un medio de ganarse la vida. (2)

Foucault creó el término “biopolítica” para referirse a una forma específica de gobierno que aspira a la gestión de los procesos biológicos de la población. Las disciplinas del cuerpo y las regulaciones de la población son los ejes alrededor de los cuales se despliegan los mecanismos de poder sobre la vida; el cuerpo se convierte en potencial fuente de beneficio, de valor.

Antes teníamos 3 operadores en la intervención terapéutica: el enfermo, el médico y el medicamento. Actualmente interviene también el sistema industrial que está detrás y que viene a incidir sobre este conjunto de una forma que lo modifica.

Hemos pasado de una era científica a otra marcada por su íntima relación con el mercado. La finalidad de la industria farmacéutica es obtener buenos medicamentos, pero no podemos olvidar que su objetivo principal es vender su producto.

Este tema lleva años preocupando a muchos profesionales de la medicina; en una entrevista realizada en 2008 a Richard Roberts, premio Nobel de medicina en 1993, critica con rotundidad la falta de ética en las grandes compañías farmacéuticas; señalando que se trata de un problema gravísimo en la medida en que, como son privadas su objetivo es tener beneficios. Por eso buscan fármacos para enfermedades a largo plazo.

Este es un problema que no se va a resolver solo legislando, ya que las grandes empresas saben los caminos para evitar las penalizaciones.

La solución que aporta Roberts es que es necesario separar los descubrimientos científicos de la venta de medicamentos. Por eso se necesita al sector público para que los institutos públicos de investigación, con financiación del Gobierno, se fijen en las causas y la cura de las enfermedades.

Propuesta que choca con lo ocurrido en los últimos años en el estado español, donde hemos asistido al desmantelamiento de los laboratorios públicos de investigación y a una drástica disminución del presupuesto estatal para proyectos de investigación.

(1) Publicado en CNBC en abril de 2018.

(2) Javier Peteiro. El autoritarismo científico. Ed. Miguel Gómez

*Esther González es psicólogo clínico, psicoanalista, miembro de la ELP y la AMP