Le hemos pedido a Xavier Esqué qué le sugiere la pregunta que hemos propuesto como título para el encuentro «Tenemos que Hablar» en su quinta edición ¿Hay recetas para tratar al paciente?
Xavier Esqué:
La ciencia no cesa de proporcionar al médico agentes terapéuticos nuevos: químicos, biológicos, … De sus investigaciones estadísticas se derivan nuevas formas y estilos de vida saludable que los agentes de salud dispensan tratando de incidir en los modos de gozar de los sujetos.
Las recetas, en su forma más clásica, vehiculan la prescripción de medicamentos, pero también pueden tomar la forma de consejos, recomendaciones, o incluso imperativos, que tratan de incidir en la esfera más íntima de la existencia de un sujeto con el fin de ayudar a que su vida sea más saludable. Sin embargo, no hay que olvidar que la vida y la salud no son del todo compatibles, hay que tener en cuenta que vivir, de algún modo, trae aparejado consigo la enfermedad.
De ahí que la función de dar respuesta a la demanda del paciente sea crucial en el médico, si éste se limitara a la simple expedición de las recetas que tiene a su disposición se convertiría en un mero prescriptor.
La función del médico, como tal, va más allá de ser un agente terapéutico normalizador, él debería estar advertido de que hay algo en el sujeto que es del todo ineducable, que un sujeto es incomparable a otro, y que por tanto la enfermedad no tiene únicamente la dimensión de obstáculo sino que también puede ser la ocasión de acoger algo de la singularidad del sujeto, la oportunidad de inventar con él una norma de salud a medida.