Paco Roca continúa la reflexión iniciada por Javier Peteiro en el correo de asunto Comentarios (4) relativo a la frase enviada hace dos días.
A continuación pueden leer el comentario de Araceli Teixidó a la frase enviada ayer.
Comentario
“La medicina y el arte parten del mismo tronco. Ambos tienen origen en la magia, un sistema basado en la omnipotencia de la palabra. Una fórmula mágica debidamente pronunciada, trae la salud o la muerte, la lluvia o la sequía, eleva los espíritus y revela el porvenir”
Andrzej Szczeklik  “Catarsis”
 
De nuevo es el comentario de Javier Peteiro el que hace que logre dar forma a la inquietud que me había producido la lectura del párrafo propuesto. Gracias Javier.
En el techo del atrio de mi facultad de medicina está escrito “Ars longa, vita brevis”. Siempre he entendido que este “Ars longa”, si tomo como referencia la distinción que hace Heidegger en “El origen de la obra de arte” (Cf. Caminos del bosque) entre el saber hacer del artesano y la creación ex nihilo del artista, aludía a este saber hacer del médico que ya desde Hipócrates se fundaba en el uso de la palabra con los pacientes (recordemos las tres preguntas fundamentales con las que, según él, debía empezar toda buena anamnesis: ¿qué le pasa? ¿desde cuándo le pasa? y ¿a qué lo atribuye?).
Aun podría señalar otra diferencia esencial: mientras que la obra de arte cabe colocarla del lado de la metáfora (toda obra de arte narra una historia, incluido el arte abstracto, pretendidamente asemántico), el saber hacer del artesano entiendo que habría gkfx que colocarlo del lado de la narración, del lado de la descripción de la realidad mediante el uso de la palabra, realidad que incluye tanto la necesidad, paliada por el objeto fruto del saber hacer del artesano, como los afectos que necesitan ser contados.
¿Dónde nos hemos perdido? En pensar que la naturaleza enmudece cuando la ciencia logra penetrarla con sus leyes, y en creernos que nuestra condición se humanos quedará “penetrada”, que se agotará enmudecida cuando se le descubra su “bosón de Higs”.
Francesc Roca
Comentario
“Siempre creí que ne me quitte pas, significaba déjame en paz »
Ajo « Micropoemas »
Me parece que la poetisa Ajo evoca dos niveles de la comunicación en este verso. En primer lugar, el del sentido: nunca sabemos qué entiende el otro cuando decimos algo, siempre corresponde al oyente el sentido de lo que se enuncia. Esto tiene su importancia cuando nos referimos a la conversación entre médico y enfermo. El médico tiene el poder de interpretar las palabras del paciente. Pero el enfermo siempre se lleva un mensaje del médico que puede no ser el que el médico cree.
El  otro nivel del verso estaría en su juego de palabras  y en el placer que produce el hablar mismo: el sabor de las palabras en la boca, las cosquillas del decir en el oído. Cuando el paciente encuentra cierto placer en la conversación con el médico, se trama un aspecto de la relación que puede ser crucial aunque parezca banal.
Araceli Teixidó
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