por Mariano Hernández Monsalve*

Impresiones ante una demanda de eutanasia, que suscita inquietudes y preguntas sobre varios focos:

El más apremiante y más visible es el inmediato: una cierta presión para “no fallarle” (a la protagonista, a la persona que hace la demanda), para estar a la atura que requiere ese momento irrepetible sublime/sagrado**. La pregunta es cómo me dispongo a afinar la escucha, a templar el impacto emocional, la facilidad o dificultad que muestre la persona para asumir, supuestamente con dosis inciertas de deseo y temor ante la cancelación de la vida, la marcha “al otro lado”. En la petición de eutanasia, el motor de la decisión no es el desapego a la vida sino el sufrimiento insoportable. Si la protagonista ha hecho un buen trabajo previo, con buen balance y perspectivas del sentido de su vida, es probable que sea más fácil acompañar, y que esto constituya una experiencia vital “reconfortante para el acompañante – “nada humano me es ajeno” tampoco despedirse de la vida – Pero, si duda, si amaga con retractarse, o si se duele por las carencias, errores, desafectos, temas pendientes de su vida … ¿Sabré podré estar a la altura de las circunstancias?…¿cómo se prepara uno para esto?

El otro foco importante es la resonancia que esa demanda de eutanasia pueda tener sobre la propia muerte, – bien sea eutanásica, bien sea “sin previo aviso”, o en las diversas modalidades de ser moribundo. ¿Cómo se prepara uno para asumir el propio proceso de muerte, con “dignidad y deportividad “?… …Ahí lo dejo. Seguimos ruta.

* Mariano Hernández Monsalve es Psiquiatra en Madrid

**Desde la comisión organizadora hemos propuesto a algunos colegas:¿Qué preguntas te surgen frente a la demanda o posible demanda de un/a paciente de recibir ayuda para morir? ¿Qué cuestiones te has planteado o te plantearías en el tiempo de decidir? ¿Qué interrogantes te suscitan los efectos que estas demandas han tenido en ti?   Es decir, no esperamos respuestas, esperamos planteamientos, preguntas, aperturas. Nos parece que en cuestiones tan delicadas, es preciso plantear bien las cuestiones y demorar el tiempo de responder