En este espacio preparatorio del club de lectura «AL PIE DE LA LETRA» hemos pedido a diversos colegas cómo entienden o qué les evoca el título de esta edición «LO INSOPORTABLE ¿CÓMO SE SOPORTA?»

Tenemos una orientación previa: frente a lo insoportable, cada uno tiene su brújula, no hay una orientación que sirva para todos. Así presentamos estos textos que dicen algo de cómo cada uno se apaña. Esperamos que sean como destellos de luz sobre otras rutas singulares.

Responde Leonora Troianovsky

Una colega psiquiatra, que aprecio por su manera de ubicarse con los casos, me dijo un día: “hay una cosa importante que aprendí en la carrera de medicina: lo único que se cura son las infecciones, con todo lo demás… se hacen otras cosas.” ¿Qué tenía de especial para mí? apuntaba justo a mi “furor curandis”, mi más íntima tendencia a querer y creer en lo posible.

Muchas veces el “querer curar” (paradigma de lo posible) es la otra cara de lo insoportable que nos resulta el sufrimiento, la queja, el síntoma. Querer curar, puede ser una forma de rechazo de lo que no va.

Es entonces que aparece la impotencia, para advertirnos de nuestra posición: La impotencia no sería otra cosa que el reverso de un anhelo de potencia, cuando nos enfocamos en una meta que perseguimos solos, sin el paciente. Cuando queremos curar dejamos de escuchar. Si no se trata de curar, es porque de lo que no va, quedan cosas por descubrir. Entonces, más bien se trata de sostener el trabajo de elaboración alrededor del síntoma, alentando la palabra del analizante, ya que como dijo Freud, la cura sólo es por añadidura.

Leonora Troianovsky es Psicoanalista en Barcelona. Miembro de la ELP. Psicóloga clínica Parc Sanitari San Joan de Dèu.  Programa de Soporte a la Atención Primaria Baix LLobregat