por Catherine Lacaze-Paule**

ORIGINAL EN FRANÇAIS

El coronavirus, ese significante nuevo* suena y resuena en todas las bocas, en la radio, la televisión, en todos los media. Insiste, se repite, se inmiscuye o golpea, y toca los cuerpos. Parece incluso mutar puesto que las autoridades llegan al significante «covid-19», significante más científico que introduce la particularidad, la especificidad y trata de descontaminar de la viralidad del pánico que el significante virus puede generar a veces. En Francia, hemos tenido el tiempo de prepararnos, podríamos creer. Teníamos el ejemplo y las informaciones venidas de China, de Corea, más cerca nuestro, de Italia, de España, incluso los ingleses. Pero no, «el extranjero, es el otro», y sigue por denegación: «no soy yo», donde uno se reconoce para negar inmediatamente.

« Nolle me tangere »

Entonces, en tanto que analistas estamos tomados en un cálculo individual y colectivo. Hacerse  responsable del real de la epidemia, enfermedad que se transmite por el contacto y la proximidad, y producir una respuesta en el uno por uno. En el caso por caso, a veces provocar un despertar al peligro de la epidemia o al contrario interpretar la angustia, pero en cada ocasión con tacto, pues el efecto de angustia se traduce por un síntoma de protección o de pánico. Freud en «Inhibición, síntoma y angustia» se interroga acerca de  «el tabú de contacto»[1] en la neurosis obsesiva y cuestiona como «la evitación del contacto, del tacto, del contagio, desempeña un papel tan importante». En algunos casos al contrario «Eros quiere el contacto pues pugna por alcanzar la unión, la cancelación de los límites espaciales entre el yo y el objeto amado»[2]. Ahí estamos entre Eros y Thanatos, entre amor y odio, el virus toca al lazo social.

Esta pandemia convoca nuestra relación a la verdad, al saber, al goce del cuerpo viviente, y a lo real como imposible de soportar propio a cada uno y alcanzado colectivamente. Lo individual es lo colectivo, encuentra su fuerza y da orientación.

« No hay »

Ese S1 covid-19 se representa como un significante solo, aislado. No se aferra, o mal o brevemente, sin saber establecido y asegurado, sin estabilidad rutinaria, al S2 de los expertos, pone al día la no relación entre significantes, entre S1 y S2. Dos veces, tres, por día, entre anuncios contradictorios y fakes news, la varité reina. La era de la post-verdad, su verdad ligada a la varité nos invita a orientarnos por lo real, la «viralidad». Verificamos desde hace algunos meses que la medicina, como la política, como el psicoanalista proceden por el acto, no hay garantía del Otro ni de sus comités de ética[3]. La ética de las consecuencias da más orientación que toda ideología o creencia. El error es fatal.

Muchos experimentan duramente lo que J.-A Miller apuntaba: «Las verdades son sólidos – no son superficies, es decir que se presentan con tres dimensiones. Se puede mirar la misma verdad bajo ángulos diferentes. No son planas. La verdad es múltiple y el error uno»[4]. Cada uno es llevado a interrogarse sobre lo que sabe, lo que cree, ¿lo que cree?, ¿lo que sabe? Y lo que no sabe. Pero ¿qué es lo que no sabe? Si supiera lo que no sabe, entonces ¿sabría todo? Imposible Todo saber.

Barrera 

El significante de gestos barrera (lavarse las manos, la distancia, etc.) evoca para el lector lacaniano, la expresión de Lacan[5], cuando enseña a los psiquiatras de Saint Anne que la angustia es una barrera, protectora, señal de un peligro para el yo.

Justo antes del confinamiento que se presiente, de su anuncio de noche, para mañana o pasado mañana, escogí no detener mi práctica. Atender y acoger hasta el último día antes de la fecha de confinamiento, cómo en el uno por uno reaccionarían los pacientes. Hay llamadas muy madrugadoras, quieren saber si tendrán sus sesiones, los SMS determinados, los llamamientos para no venir, los dubitativos: ¿qué hará usted? ¿Va a recibir? La culpabilidad y las justificaciones son palpables, hay una modificación del régimen del goce salvo para algunos que continúan durmiendo.

El hilito

Sin embargo parece que la proximidad de lo real provoca un levantamiento de la inmunidad sintomática que hace barrera y nudo de los registros RSI. A veces para lo mejor, levantamiento de inhibiciones y decisión del lugar de confinamiento, o, para lo peor, precipitarse en lugares de reunión, ir de fiesta sigue siendo el superyó contemporáneo, o la angustia paralizante. Se trata pues de encontrar en cada caso «…. un hilito, cual­­quie­ra que sea, eso les sería más valioso que cual­quier cosa, tanto más cuanto que eso los llevaría de todos modos ne­ce­sariamente a aque­llo de lo que se trata.»[6]. En cada ocasión, reencontrar el hilo sintomático.

Los síntomas del confinamiento

Ya se escuchan los dolores de existir ligados a la soledad, pero también que  «el infierno son los otros»[7], las dificultades para hacer familia, los profesionales sanitarios atrapados en un conflicto entre su deber y su deseo. Desde este momento, mantener un lazo al teléfono o por Skype o faceTime, parece el medio de substitución a la interrupción de los encuentros. Ni entusiasmo, ni tampoco verdaderamente rechazo a este modo de intercambio, hay siempre una palabra, una frase para decir que esto no será  lo mismo pero que a falta de algo mejor, es posible. Pues lo «virtual «no reemplazará la «presencia» de los cuerpos en las sesiones.

Continuará.

Traducción del francés de Araceli Teixidó

*Catherine Lacaze-Paule es psicoanalista en Burdeos. Miembro de la ECF y la AMP. Presidenta del CPCT Aquitaine.

**Original en francés escrito el 18/03/2020 y publicado en RETE Lacan https://www.slp-cf.it/rete-lacan-n3-23-marzo-2020/#art_3

[1] S. Freud Inhibición, síntoma y angustia, p. 116-7 Amorrortu, Buenos Aires.

[2] Ibid.

[3] J.-A Miller, El Otro que no existe y sus comités de ética Paidós. Buenos Aires, 2005

[4] J.-A Miller, Lectura del Seminario 5 de Jacques Lacan Paidós. Buenos Aires, 2000. La traducción en este texto es de A. Teixidó por no haber podido consultar la fuente.

[5] J .Lacan Breve discurso a los psiquiatras 1966 Sainte Anne

[6] J. Lacan «Breve discurso a los psiquiatras» 1966 Sainte Anne

[7] Sartre, J.P. A puerta cerrada (obra de teatro)