Preguntamos a Araceli Teixidó[1]

 Red Psicoanálisis y Medicina:

La Organización Médica Colegial aconseja al médico que ante una agresión obtenga un parte de lesiones para denunciar a la fiscalía o al juzgado de guardia[2]. Los protocolos de los distintos colegios de médicos ya incluyen estas medidas ¿Es la única medida a tomar? ¿Es la dimensión donde hay que poner el foco? 

Araceli Teixidó:

Se trata de una medida que llama la atención porqué es la misma que se aconseja a las víctimas de la violencia de género. Es decir, en primer lugar, sitúa al médico en posición de víctima. No es el mejor lugar para él.

Si por un lado, es importante proteger a los profesionales sanitarios para que puedan hacer su trabajo – y por tanto, dotarles de las medidas legales y de seguridad que sean necesarias -, por otro lado, hay que abrir, y mantener abierta, una pregunta relacionada con los cambios tan importantes que observamos en la relación médico/paciente. El médico científico, capacitado por los conocimientos que provee su disciplina como nunca lo ha estado en la historia, ve reducida su autoridad frente al paciente. Se trata de una paradoja que pone de manifiesto que la autoridad no tiene que ver con la cantidad de conocimiento que se posee, al menos no directamente. No parece que el hecho de que la ley que le nombre como autoridad consiga mejorar esta situación.

Y me parece que situar al médico como víctima va en detrimento de aquello que se persigue: potenciar su autoridad. La autoridad nace de la confianza en los conocimientos y también del saber estar del profesional y no tiene que ver con la imposición – o la aceptación – de un poder que se dé por designación de otro. La autoridad hay que ganársela podríamos decir.

Actualmente, los pacientes llegan a las consultas con mucha ansiedad que, a veces, puede tomar la forma de agresividad. Pero no ocurre sólo en las consultas médicas. También es así en aeropuertos, escuelas y en cualquier lugar donde se espera una respuesta al malestar.

La cuestión es si esto concierne al médico de un modo distinto al resto de profesionales, si a él corresponde dar una respuesta diferente por razón de su conocimiento y por el lugar que ocupa. Es el sufrimiento lo que hace que las personas consulten al médico, y por eso se espera de él una respuesta distinta a la del resto de profesionales a los que muestran su crispación. Si el sufrimiento es lo que está en juego, quizá el médico tenga más posibilidades que otros de dar respuestas que modifiquen las derivas actuales.

[1] Araceli Teixidó es psicoanalista miembro de la ELP y la AMP. Psicóloga clínica en el Hospital Sant Jaume (Calella, Barcelona). Coordinadora de la Red Psicoanálisis y Medicina. Actualmente realiza un doctorado en filosofía en la UAB con el título “Principio de autonomía y problemas actuales de la relación con el paciente. Un ejemplo: la violencia contra los médicos”.

[2] http://www.cgcom.es/noticias/2016/03/16_03_14_entrevista_dr_benda%C3%B1a_observatorio_agresiones